miércoles, 16 de febrero de 2011

Coleccionable Marvel Héroes Nº 10. Nick Furia Agente de SHIELD

Eran finales de los 60 y lo que entonces tiraba a la juventud eran las artes marciales, los motoristas, el surf y los espías. Para entonces la Casa de las Ideas ya tenía solventados algunas de estas temáticas con su Shang-Chi, Motorista Fantasma y Silver Surfer, y para las historias de espías decide reciclar a uno de sus personajes clásicos de las historias bélicas. El que hasta hacía bien poco había sido el Sargento Furia, líder del comando de los Aulladores, pasa en estas páginas a liderar una organización secreta para la salvaguarda del mundo contra otras homólogas y no tan bien intencionadas. Desde estos números, el nombre de Nick Furia queda irremediablemente vinculado al de SHIELD, y el de esta organización a su eterno líder.

La trascendencia de estos números no sería tal si no fuera por un nombre propio a destacar, como es el de Jim Steranko, el único artista pop que se puede etiquetar como tal sin que con ello se rebaje en lo más mínimo su carisma y capacidad de atracción. Aunque los primeros números forman los complementos iniciales de la saga de Nick Furia al frente de SHIELD, con tramas rimbombantes de misiones tan ineludibles como insuperables, y cuya principal mérito radica en la mítica fuerza del trazo épico de Kirby, y en el que Stan Lee apenas se limita a soltar su sempiterna verborrea sobre villanos insalvables aun en un contexto diferente que se limita a decorar con artefactos tecnológicos y retórica científica, como si de un número de Los 4 Fantásticos se tratara, y sin llegar a cambiar el chip a las pelis de espías que está predestinada a emular la serie.

Pero cuando el protagonismo recae en Steranko, las directrices a seguir se vuelven más claras. Salvar el mundo es una responsabilidad que sólo recae en los hombros de Nick Furia y sus hombres de confianza, aunque el mundo de Furia es muy diferente del que debe salvar, un mundo lleno de misterios (extraterrestres y hasta fantasmas), inventos estrafalarios (a lo James Bond) e Islas misteriosas completamente reconstruidas bajo los deseos de futuros dominadores de la tierra. El universo que crea Steranko alrededor de Furia tiene tal fuerza, que hoy por hoy aún perdura y ha sido la base de otras tantas historias hasta no hace mucho, sin apenas cambios. El referente es siempre James Bond, con ciertas aspiraciones a Sherlock Holmes, e incluso en la ciencia ficción de la que no nos es nada difícil encontrar referencias actuales. Tampoco es difícil encontrar referencias de la femme fatale creada para Nick Furia. Lo que da una idea de la multitud de fuentes que convergen en este producto y lo bien que en su día encajaron todas estas piezas.

Y en el apartado gráfico, todo lo que encontraremos es pura originalidad. Si bien hay muchas influencias del propio Kirby (sempiterno en la época), pronto descubrimos en Steranko todo un maestro en la ambientación, la anatomía, plasticidad, el dinamismo y la maquetación de la página. Lo único que podemos hacer es lamentar que la colección durara tan pocos números en sus manos y soñar con qué habría pasado si hubiera durado otros 10 ó 20 números. Uno de mis dibujantes favoritos de la época.

Hay otras opciones para tener este material (y más completo, salvo los números de Kirby), pero sin duda esta es una alternativa de lo más económica que no habría que dejar escapar.

lunes, 7 de febrero de 2011

Fábulas Nº 14: Brujas

Desde que concluyera la trama principal de Fábulas, la serie parecía envuelta en una especie de barullo argumental del que no parecía salir. Los interesantes personajes y los diálogos avispados seguían ahí, pero el argumento del cruce de las Fábulas dejó bastante que desear, aunque al menos representara un repunte en la colección de Jack de Fábulas.

Afortunadamente, la llegada de un nuevo villano, de una nueva situación de exilio en el exilio, ha insuflado nuevo interés en la línea argumental de la serie (aún con la repetición argumental), y en lo que ya viene siendo la tónica de la misma, se va rotando el protagonismo de los mismos, que en este arco recae en las brujas de Villa Fábula. Nuevas intrigas, personajes, flashbacks en las tierras natales, y lo más importante, una nueva esperanza para la serie.

El tomo se completa con un agradable viaje al reino del rey Papamoscas a modo de fill-in, y que no desentona en absoluto con el tono del resto del volumen.

Para los que se replantearan abandonar la serie, creo que este número ha representado toda una reconciliación con la misma, y su vuelta a las series imprescindibles.