Este número sí que me recuerda al nivel que tenía la serie cuando la leí hace tanto tiempo. No sólo el nivel del dibujo parece que diera un salto con respecto a los dos anteriores, sino que la historia, autoconclusiva en este caso, gana en interés e intensidad a lo largo de sus 48 páginas. Sin dejar de ser una historia tópica del género de fantasía y de otros, en la que un amigo de la infancia se vuelve malo y el héroe debe intentar salvarlo/derrotarlo, la historia está llena de matices que la enriquecen hasta convertirla en ejemplo de este tipo de historias. Por un lado, el diseño de las criaturas en este número, la incorporación de la mascota de la serie, el rol de compañero miedoso completamente integrado en la historia,... son todos aportes que convierten esta historia aparentemente tópica en prácticamente un modelo de este tipo de historias.
Como ya he dicho, el dibujo de la pareja Luguy y Fauche, mejora apreciablemente con respecto a los anteriores albumes, sobre todo en el nivel de detalle y el meritorio diseño de criaturas, escenarios y personajes. Encontramos menos viñetas de esas vacías con sólo personajes y sin fondos.
Recuerdo que algún otro álbum también me encantó (puede que el séptimo, no estoy seguro), pero por el momento creo que este es el redondo de la serie, y la que establece realmente la tónica de fantasía y aventuras característica de la misma (claramente infantil/juvenil no lo olvidemos).
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