lunes, 30 de abril de 2007

Historia de mi primera vez

He tardado más de la cuenta en comenzar esta pequeña crónica de mis tres primeras horas en el saló de Barcelona, pero aquí está.
Después de más de veinte años coleccionando comics, y pensar en el saló de Barcelona como lo más que podría encontrarme, llegué a él con la apatía del que ya lo tiene todo más que visto, y apenas ví mucho stand, mucha tienda y muchos tebeos, vamos lo que suelo ver todos los días en mi tienda, salvo que quizás todo más grande. Claro que la compañía quizás no fuera la apropiada y en un entorno algo más friki a lo mejor habría disfrutado más, pero esas fueron mis sensaciones.
Las exposiciones estuvieron muy bien, sobre todo me gustó la de Víctor de La Fuente y la de Juanjo Guarnido (a pesar de que estos bocetos ya estaban más que publicados con tanta edición especial de la edición especial), aunque el resto no les iba a la zaga. Como no iba a estar mucho tiempo en el saló no pude entretenerme en hacer colas para que me firmaran los autores, así que tampoco me informé mucho de quiénes estaban firmando. Ya sabía que Bilal había estado el día anterior así que creí que ninguno despertaría mis pasiones tanto como para aguantar una mínima cola. Luego me enteré que justo cuando yo entraba Carlos Giménez había estado firmando, pero ya era tarde para lamentaciones.
Impresionante fue el stand de Norma que estaba de aniversario y se vistió de gala para la ocasión. El de seguridad del stand de Planeta pretendía que precintara todas mis bolsas para poder entrar, como si pudiera llevarme un tomo Absolute discretamente en el bolsillo del pantalón, así que sabiendo que todas esas novedades me esperaban en casa pues tampoco puse mucho interés y no entré.

Una de las alegrías fue la de encontrar a gente conocida sólo por vía inet y poderlas conocer en persona como fué la gente de Panini, de lo más cordial y amable. Ponç, ¡seguimos en contacto! y también la de poder esquivar a gente que tampoco había mucho interés de tener que saludar encima cuando uno sale de vacaciones por ahí. Qué cinturita tengo para esas ocasiones.

En fín, una experiencia que habrá que repetir otro año con algo más de tiempo para poder bucear con más dedicación en los stands de antiguo y poder sufrir en mis propias carnes las atrocidades de las que todos se suelen quejar sobre colas, autores malencarados y demás parafernalia. Por mi parte una experiencia más de compra compulsiva en ambiente sobrecaldeado que sumar a mi colección.

Cazas logradas: Cerrar los números que me faltaban de Invencible y 100 Balas para unir los principios y finales de serie que ya tenía.



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