Yo tuve una época de seguidor del Conan de Buscema que acabó en desidia y aburrimiento por lo que me parecieron historias excesivamente repetitivas, hasta que descubrí las adaptaciones, también de Roy Thomas, de las novelas de Moorcock, Hawkmoon (Rafael Kayanan) y Corum (Mike Mignola), que me reconciliaron con la Fantasía Heroica, retomando mi interés por los clásicos de Conan e incluso seguir la que salía por esa época, que no era nada del otro jueves, pero resultaba entretenida. Después he podido disfrutar en contadas ocasiones con algunas joyas del género aparte del bárbaro por excelencia. Y esta es una de esas ocasiones.
Parece increíble que sea el primer trabajo de Bergting, porque demuestra una maestría inusual para un artista novel y mucho más si tenemos en cuenta que ejerce de artista completo. Si bien en la maquetación de página se muestra muy correcto, es en la distribución de las viñetas grandes en las que se nota el cuidado del autor por esta corrección académica. Sin llegar a ser un trabajo espectacular (salvo una página doble que hay por ahí muy trabajada) se podía calificar su trabajo narrativo precisamente de eso, de académico y su uso de colores y sombras prácticamente rayando la perfección, sin huir en ningún caso de la clara influencia de Mike Mignola. Alargada es la sombra del señor de las mismas.
Argumentalmente se trata de una trama medida y bien trenzada en la que el joven Milo se adentrará en la tierra de los muertos para salvar el mundo aunque esa no sea su intención y por el camino descubra el amor y la traición. La verdad es que aunque el primer número no acaba de arrancar mucho interés, los siguientes sí que tienen una unidad argumental suficiente y unas buenas situaciones de continuará, y por supuesto como un todo los cuatro números que forman este tomo sí que son de lo más completo.
Una grata sorpresa a guardar esperando nuevas noticias de Peter Bergting.
miércoles, 27 de junio de 2007
El Prodigio: Duende
Etiquetas: Independiente, reseña
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