Elektra: Lives Again

Ya eran varios años sin Elektra cuando Miller de nuevo regaló a los fans de Marvel esta novela gráfica en la que podemos ver (sobre todo al final) muchos de los planos y efectos que usaría en lo que sería su siguiente obra: Sin City.

Y a las ganas que tenían los fans se suma el buen hacer de Miller que trata a Matt Murdock como el que trata a un viejo amigo que lleva mucho tiempo sin ver y que conoce perfectamente. Sabe qué teclas pulsar y actúa con la confianza que nunca perdió para producir en el personaje la catársis de la liberación del amor perdido ya hace tiempo. Y puede que esto suene a leñazo sentimental, y en cierto sentido es que eso mismo es esta historia. Matt debe liberarse de los fantasmas de su pasado (con polvete casual incluido) para poder pasar a manos de otro guionista (pobre) que lo lleve por otros derroteros, y para ello Miller le enfrenta a su mayor fantasma, la asesina vestida de rojo.

Mientras que en el apartado gráfico, podéis ver a un Miller muy suelto, plástico, ágil y narrativamente arrollador, con unos acabados a medio camino entre su Dark Knight y su Sin City, aunque con unos colores (a cargo de su esposa Lynn Varley) más próximos a la primera aunque algo más suavizados.

Lamentablemente es una obra que, sin perder un ápice de calidad, está sujeta a su momento de creación que no deja el mismo sabor de boca si no se lee algún tiempo después del Daredevil de Miller, para producir el mismo efecto en el lector que el que produce en el propio Matt.

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