El recuerdo que tenía de esta historia no le hacía justicia. Es incluso mejor de lo que recordaba.
Nos encontramos ante una obra que surge de la necesidad de darle el nuevo inicio correspondiente a Hawkman después de las Crisis en Tierras Infinitas (para entendernos, las de los 80). Así que supongo que hay dos formas de afrontar su lectura. Por un lado, un aficionado a Hawkman buscará nuevas interpretaciones de su héroe, respuestas a su origen o posibles desatinos en la continuidad. Yo me encuentro algo alejado de esta lectura de Hawkworld, más que nada porque no soy seguidor del personaje, pero por otro lado, tenemos la lectura de una obra de Timothy Truman, un artista poco prolijo pero de los que se quedan en la memoria por largo tiempo. Justamente en este último caso me encuentro yo, que me acerqué a Hawkworld tras leer Scout, buscando más de Truman y encontré una crítica social, una sociedad inmersa en una guerra de clases muy separadas entre sí, una suerte de Space Opera oscura que redefine los orígenes de Hawkman como podría haberlo hecho con otro personaje.
A lo largo de los tres números de los que constó la miniserie originalmente el personaje va madurando y se nos va mostrando como alguien frágil en el sucio panorama en que Truman lo ha metido, y aunque parezca entrenado en combate y como una figura de autoridad, se muestra incómodo en el trato social y torpe ante las influencias externas. El último número marca la forja del carácter del personaje con el épico, a la par que emotivo, desenlace de la trama. Abierta ésta sólo en apariencia, para poderla enlazar con la subsiguiente serie que comenzaría después.
La única pega a la edición es la falta de las portadas originales, pero por lo demás, la relación calidad-cantidad-precio es bastante buena. Timothy Truman Rules! Quiero su Scout en tapa dura ya!!
lunes, 31 de marzo de 2008
Hawkworld
Etiquetas: reseña
No hay comentarios:
Publicar un comentario