Belladona

¡Hay que ver lo que gusta disfrutar del género de las aventuras cuando está bien hecho!

El matrimonio Anne y Gérard Guéro, bajo el seudónimo de Ange, trazan una historia de aventuras al más puro estilo de capa y espada que tan buenos baluartes tienen instaurados en el mercado otros autores más conocidos por el público español. Y a pesar de aparentar que cae en lo típico y lo tópico, aportan a la historia los suficientes toques exóticos, de misterio, intriga y originalidad como para no caer en lo sobradamente conocido. El peso de la historia recae en la femme fatale conocida como Belladona, que forma parte de la guardia secreta de élite encargada de proteger al rey Luis XIV, la Cámara Secreta, y que afrontará su defensa frente a otra organización secreta que busca la muerte de este, mientas parecen tener la llave de sus recuerdos perdidos. Sin renunciar en ningún momento a las intrigas palaciegas y a subterfugios enrevesados, los tres números que incluyen este tomo están repletos de acción, lo que hace que prácticamente el único personaje sobre el que se profundice sea la propia protagonista, y eso dejándolo todo envuelto en un halo de misterio constante, en el que apenas se nos desvelan algunos de sus secretos en forma de flashbacks y ensoñaciones. Este halo de misterio posiblemente dejará a alguno algo mosqueado al final de la historia, pero yo creo que forma parte del encanto de la misma, porque parece que tras estos tres números no hay continuación en Francia (no vayáis a pensar que por esto que digo la historia queda inconclusa, que no es así).

Y aún no he dicho nada de las virtudes del dibujo de Alary, que da unas lecciones magistrales de cómo contar una historia con espectacularidad y narrativa envidiable (excepto en la distribución de algunos bocadillos), sin necesidad de usar splash-pages ni pin-ups ni nada por el estilo, llenando la página de viñetas y movimiento, dejando claro sus orígenes de la animación como buen dibujante de Disney que es (Tarzán, El Libro de la Selva 2,...), detalle que también se aprecia en los magníficos planos cinematográficos que usa y en el aspecto caricaturesco de los personajes y rostros. Sin duda una serie de aventuras no puede tener mayor ventaja que un dibujante con esta calidad en las escenas de acción.

Me acerqué a Belladona tras esos magníficos lápices y me encontré además una buena historia. La edición integral de Dibbuks, si bien es una edición reducida, merece mucho la pena, aunque se hubieran agradecido las portadas y algún contenido extra, ya no de bocetos (que también se habrían agradecido) sino incluso algún artículo de introducción o cierre sobre la situación histórica en que se enmarca la trama o sobre los autores. De principio a fin es todo cómic y queda algo huérfano en ese sentido.

¿Más? Mira en el blog de Pierre Alary y encontrarás imágenes como estas.

Y otras buenas reseñas en laBD y en Culpable y Perdedor.

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