Groo: Jamboree

Siempre es un buen momento para disfrutar de Groo.

Los personajes de chiste repetido no suelen tener una larga vida, porque suelen caer en la autoparodia rápidamente, así que es meritorio cuando un personaje de chiste repetido tiene la suficiente personalidad como para superar al chiste, y Groo es uno de estos.

Esta saga pertenece al principio de la relación de Groo y su perro Ruferto (37 a 40 USA, marzo-junio 1988), que ya se había convertido en la parte inteligente de la pareja y aún coleaba el asunto de su rescate y valioso collar, así que cuando Aragonés nos sorprende haciendo que Groo crea que se ha comido a su perro creó posiblemente uno de los mejores arcos cortos del personaje. Por un lado Groo tratando infructuosamente de olvidar a su mascota y, por otro, los diferentes secundarios intentando cobrar el rescate por Ruferto, provocan situaciones de pura carcajada. Groo es una maravilla del humor.

La saga está precedida por un número autoconclusivo que analiza la naturaleza humana y critica la sociedad del libre mercado, con divertida moraleja. Uno de esos números que enriquecen el universo de Groo, que hacen tan diferente a esta colección y son tan característicos de la pareja Aragonés / Evanier, dos maestros cuenta-historias que jamás serán lo suficientemente valorados.

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