miércoles, 7 de mayo de 2008

Mouse Guard: Otoño 1152

Todo un descubrimiento David Petersen. No sólo se atreve con el género de fantasía heroica, sino que además lo hace desde la perspectiva de la antropomorfización de sus personajes, tomando el importante riesgo de que su obra sea vista desde una perspectiva aún más infantil de lo que el medio ya lleva implícitamente preconcebido.

Y aunque la serie consta de unos relatos bien engarzados para contar una historia más compleja, y comienza mostrando rápidamente a los personajes y su misión de guardianes de los caminos, la trama y la definición de los protagonistas cae rápidamente en una simplicidad que encasilla la obra en un tramo de edad bastante temprano. Si a esto sumamos la estética de la edición (excelente) copiada de los libros infantiles, más bien cuadrados, es imposible no acabar con esa sensación final al terminar de leer la obra.

Y no es que el autor no lo haya intentado. Hay varias tentativas de salir de este marco, como la definición de un matriarcado o el exilio como castigo, pero bastante tímidos y tardíos. Y es que si coges un álbum de este formato, con protagonistas animales, contado como cuentos sueltos, con texto haciendo de cortinilla entre los cuentos,... es muy difícil convencer al lector de que no está ante un producto para niños.

Eso sí, como producto para niños es excelente. Eso no se le puede negar. Es rápido, sencillo, ecologista, con moralina sobre el bien y el mal, y con un dibujo realmente precioso; aprovechando la distribución de la página magistralmente y con una caracterización de los ratones (los animales elegidos como protagonistas) muy original y consecuente con la historia. Esa es la virtud que más se puede destacar a la hora de adquirir este tomo, si no es para dárselo a un niño (quitadle la sobrecubierta si queréis que la conserve cuando el infante sea mayor), porque si lo que quieres es leer espada y fantasía, hay opciones más recientes y aptas para un público más curtido como podrían ser Fafhrd y el Ratonero Gris, El Prodigio: Duende o el próximo Elric. Quizás cuando alguien se anime a publicar Mice Templar de Oeming tengamos más suerte con los ratones guerreros.



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2 comentarios:

La Ahjumma dijo...

Pues mira por donde a mi lo que no me convencer (auqnue si que me gusto mucho) es ese aire de capa y espada, genero que nunca me ha acabado de convencer.

Me sorprende mucho lo criticada que esta siendo esta obra, por ese aire infantiloide de la obra, pero me sorprende que cuando es una obra de Jeff Smith o de la Pixar, ese aire se perdone.

FranciX dijo...

No se, supongo que en los casos que comentas, se consigue ver un guiño al lector más maduro que creo que Petersen no ha sabido transmitir al menos a nivel de historia, aunque ya digo que el dibujo es muy meritorio.

Y sí, a veces parece que a ciertos autores se le pueden dar ciertas licencias que a otros no se les perdonan. En muchas ocasiones se trata de una cuestión de expectativas. Yo esperaba algo más con Mouse Guard y no esperaba tanto de Bone. Parece que no pero es un factor que influye y mucho. Ya sabes que a veces uno no tiene cuerpo de chiste y por muy buena que sea la comedia no te vas a reír ni de coña.

De todos modos, me quedo con lo bueno del cómic, y al igual que con Perceván seguiré comprando más números para ampliar mi colección infantil... cosas de la paternidad, ya sabes ;-)

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