viernes, 2 de mayo de 2008

Los Mundos de Aldebarán - Ciclo 1: Aldebarán

No encontré lo que esperaba en esta saga. Esperaba ciencia ficción, esperaba una saga cósmica o algo parecido... pero el planteamiento del brasileño Leo está férreamente basado en las relaciones entre los personajes, en unas personalidades bien definidas y en una gran aventura que fluye a lo largo de varios arcos argumentales que cambiarán la vida de los protagonistas álbum a álbum. Eso sí, el contexto es otro planeta colonizado por humanos que no tienen contacto con la tierra desde hace cien años, repleto de animales exóticos y con un régimen totalitario en el gobierno. Pero en esencia es la historia de dos jóvenes, Marc y Kim, que se ven alejados de su vida de pueblo para ser arrastrados a aventuras que jamás soñaron vivir. La relación personal de ambos será el hilo conductor que nos presentará este extraño mundo, mientras que el misterio lo aportará una enigmática criatura metamorfa que alberga el secreto mejor guardado de Albedarán.

En el apartado gráfico, Leo es realista, agradable y limpio, narrativamente muy correcto aunque sin alardes en su esquema de página. Es imaginativo para resolver las diferentes criaturas alienígenas y da muy bien los volúmenes a través del color. Demasiado luminoso y colorido para mi gusto, pero la verdad es que uno imagina fácilmente lo que sería estar en este planeta.

Con un mensaje educativo de fondo (hacer bien las cosas, ayudar a los demás, no menospreciar, vivir con el entorno, ecologista,...), personajes encantadores, toques de humor y tratando el sexo de manera muy abierta, la historia no es que enamore, pero sí que atrae, bien por los personajes o bien por la misteriosa criatura. Sin sobresalir, deja muy buen sabor de boca y se queda uno pidiendo más. Ya me veo rumbo a Bételgeuse.

Un amigo lo definió algo así como ciencia ficción hippie, y creo que el calificativo le va perfecto.

No puedo dejar pasar la oportunidad de resaltar lo adecuada que resulta esta lectura agrupada en un único tomo, y que en este formato cada álbum sale a 4€, lo que sin duda ayuda a sacrificar unos centímetros del tamaño original de la publicación.



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2 comentarios:

José Manuel dijo...

Hola. Suscribo punto por punto todos los comentarios positivos que haces sobre esta obra pues es lo mismo que pensé cuando la leí, sin aliento y de un tirón, hace unos días, seguida del ciclo de Betelgeuse y de lo que se ha publicado hasta ahora de Antares. Por mi parte, creo que además sí que es una obra de buena ciencia ficción, aunque se apoye tanto en las relaciones personales de los protagonistas, y que el autor tiene grandes ideas que plasma con gran belleza y singular originalidad. Lo que no me gusta tanto es precisamente el aspecto o enfoque hippy, es decir, la ideología ecologista resumida en la contraposición entre humanos malos y seres extraterrestres inteligentes justicieros, etc. Creo que esto es muy discutible y que merecía una mayor profundización. Aquí los personajes son de una pieza y no tienen la más mínima duda interna ni discrepancia interpersonal. Creo que la obra habría ganado mucho si se extrajeran las consecuencias lógicas de muchos de los sucesos narrados, aunque hubiera sido en forma dialógica. En este sentido creo que se queda corta y que la conclusión tanto en Aldebarán como en Betelgeuse es demasiado complaciente con esa ideología ecologista. Extrapolar unas ideas de nuestro tiempo, por lo demás, a un futuro imaginado es un procedimiento falaz que ya se ha llevado a cabo con las historias de ciencia ficción en las que los anglosajones llevaban la voz cantante. En cuanto a los extraterrestres inteligentes, no olvidemos que buscan lo mismo que los humanos, colonizar otros planetas. Con estas premisas, el conflicto es inevitable y cualquiera de las dos razas que claudique por dilemas morales se está suicidando o poniéndose al servicio de la otra.

FranciX dijo...

Efectivamente. Complaciente es la palabra que más se ajusta a la sensación final de la obra en cuanto a la moralina ecologista que desprende.

Gracias por comentar ;-)

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